Jamones Quesada Carpio tiene más de cuarenta años de existencia, y durante todo este tiempo siempre le hemos dado un valor considerable a nuestra imagen corporativa. Para nosotros es esencial llegar a nuestros clientes de una manera accesible, cálida y cercana, pero también con un toque original y distintivo.
Por eso, cuando nos propusieron renovar nuestro logo, pieza capital de esta imagen corporativa, varias opciones se pusieron sobre la mesa, pero hubo una que nos entusiasmó desde el principio. Se trata del logo que actualmente encabeza nuestros productos, un cerdo dorado con alas que reúne una simbología que invita a soñar, a volar, a levantarse cada día con la ilusión de mejorar y superar nuevos retos… en definitiva a sentirse libre.
Nuestro cerdo alado ( o Pigasus, como se le conoce legendariamente) encierra en sus trazos, es decir en su costura, dos mundos antagónicos: lo terrenal, simbolizado a través de la figura del cerdo, y lo espiritual, concepto representado a través de esas alas plumíferas que nos indican la importancia que tiene la libertad.
La simbología de nuestro sello nos recuerda constantemente el tipo de producto que viene ofreciendo Quesada Carpio desde hace 4 décadas: un jamón cuya crianza en libertad le otorga a cada pieza un sabor exclusivo y perfectamente identificable. El sabor del cerdo con alas.